Consejos Viajeros

Cómo preparar el coche para una escapada en otoño

Siempre consideramos que el verano es la estación en la que más viajes se realizan, algo indiscutible, pero también es cierto que en otoño se suelen concentrar varias festividades que nos permiten realizar alguna escapada. Generalmente, en ellas optamos por utilizar nuestro propio vehículo para desplazarnos a un lugar relativamente cercano. Pero para que los trayectos se culminen sin incidencias es más que conveniente acudir a algún taller mecánico de confianza para que revisen algunos elementos de nuestro coche que sufren especialmente en esta nueva estación del año.

Hay que ser conscientes de que el calor del verano al igual que no es agradable para nosotros, también resulta negativo para el coche, e incluso, bastante perjudicial para algunos de sus componentes, ya que las altas temperaturas contribuyen a acelerar el desgaste y a poner a prueba más si cabe al motor. A continuación vamos a enumerar los elementos a los que hay que prestar especial atención.

Neumáticos: el calor del asfalto del verano ha podido terminar de sentenciar los neumáticos de tu coche. ¿Sabías que en ocasiones llega a alcanzar los 80 grados de temperatura? Lo mejor en esta época, como en todos los cambios de estación, es controlar la presión de las ruedas (en frío) y verificar el estado de la banda de rodadura. Recuerda que si el relieve es inferior a 1,6 mm de profundidad no podrás circular si no quieres exponerte a una sanción económica importante. Hoy en día hay muchos talleres que se ofrecen a hacer esta revisión gratis. ¡Busca uno de confianza!

En otoño llegan también las primeras lluvias, algo que siempre pone a prueba la eficacia y el agarre de los neumáticos. El temido aquaplaning ocurre cuando la rueda no puede repeler el agua creándose una capa entre la cubierta y el asfalto. Ello lleva a una pérdida importante del control del vehículo (como si flotara) que en no pocas ocasiones provoca aparatosos accidentes.

Limpiaparabrisas: las lluvias también ponen a prueba las escobillas, las cuales, como los neumáticos, también sufren el calor al estar fabricadas principalmente de caucho. Aunque parezcan un elemento accesorio, si no están en buen estado pueden dañar seriamente la luna parabrisas del coche. Nuestra recomendación es que las sustituyas al más mínimo indicio, ya que no es una inversión costosa y en estas fechas no es complicado encontrar ofertas.

Filtros: los filtros son los mejores aliados para el rendimiento de muchos componentes, entre ellos, algunos tan esenciales como el motor o el sistema de climatización. Su principal función, como su nombre bien indica, es filtrar y eliminar impurezas. Por ejemplo, un filtro de aire bien conservado permite ahorrar combustible y aceite de motor. 

Alumbrado: en otoño llega también el cambio de hora y con él los días más cortos, por lo que habrá que utilizar más el sistema de alumbrado del coche. Los más importantes y a los que hay que prestar, por tanto, más atención son los faros, las luces de estacionamiento, freno e intermitentes, así como los faros traseros. No olvides contar con un kit de luces de repuesto por si durante el trayecto de tu escapada se funde alguna de ellas. Si se te activa el piloto informativo de que alguna luz está fallando, no dudes en acudir sin falta a un taller mecánico. Esta sencilla operación te la podrán realizar sobre la marcha.

Batería: el verano también pone a prueba las baterías, ya que con el calor solemos activar el sistema de climatización, el cual consume bastante energía. Para evitar que no nos quedemos tirados en la carretera con el cambio de temperaturas, es conveniente revisar el estado de la batería y la cantidad de carga que posea. Si contiene poca batería es más que recomendable sustituirla por una nueva.

Líquidos: si tu coche tiene cierta antigüedad es necesario cambiarle el aceite del motor cada año. Asimismo, también hay que mantener los niveles correctos de otros líquidos como el anticongelante (imprescindible para arrancar el coche en los días más gélidos) o el limpiaparabrisas (no confundir con agua) para eliminar los restos de suciedad o desempañar la luna delantera.

Climatización: aunque no se utilice habitualmente en modo frío (salvo para ayudar a desempañar el parabrisas), es conveniente mantener el aire acondicionado en buen estado para contribuir a eliminar la condensación interior o reducir la humedad que se pueda acumular en el interior de sus conductos.

Hay muchos talleres mecánicos que recomiendan, como normal general, aprovechar estos meses previos al invierno para realizar el mantenimiento anual del vehículo. Desde nuestro blog coincidimos en este consejo ya que un chequeo general también controlará el estado de otros componentes imprescindibles como los frenos o amortiguadores.

¡Feliz escapada!

Tags :